lunes, 30 de mayo de 2011

Dejé la luz a un lado y en el borde
de la revuelta cama me senté,
mudo, sombrío, la pupila inmóvil
clavada en la pared.

¿Qué tiempo estuve así? No sé: al dejarme
la embriaguez horrible de dolor,
expiraba la luz y en mis balcones
reía el sol.

Ni sé tampoco en tan terribles horas
en qué pensaba o que pasó por mí;
solo recuerdo que lloré y maldije,
y que en aquella noche envejecí.

G.A.BECQUER

Estoy desarmada, adolorida y avergonzada...me has matado...he muerto otra vez

2 comentarios:

David Cotos dijo...

revive........

Jayja para tí... dijo...

"cuando las almas se unen, cuando las almas se aman, cuando aprendemos a volar...Jayja"


si revive....