sábado, 27 de septiembre de 2008

pana de luces...

Algunos plantean que todos obedecemos a una genética cultural que se ha transmitido desde que apareció la especie humana y que trasciende las culturas que hay en el planeta.


Es curiosa y predecible la naturaleza masculina. El otro día nuevamente y por enésima vez dejé las luces prendidas de mi auto y ... sin batería. eran alrededor de las seis de la tarde ¿qué hago? Estaba en el estacionamiento de mi trabajo, que no es subterráneo sino que a vista de todos, los que ingresan. ¿qué hago? Llamé a uno de mis jefes al celular y vino inmediatamente. Como ya me ha pasado varias veces, yo tenía unos cables de mala muerte, para hacer e puente. Inmediatamente conectamos su auto al mío, yo sé hacerlo: el cable rojo al rojo y el negro al negro...empezó la cosa...nada...no cargaba nada...diez minutos y nada. Empezó a agruparse la gente, un par de amigas y otro jefe (tengo muchos jefes), algunos se detenían con su auto y daban las condolencias y aquí va la reflexión: los dos hombres empezaron a discutir - no puede ser la batería - decían - debe ser el motor de arranque - otro - puede ser el alternador - llamaron a un guardia que al parecer "sabía de autos", él revisó los cables que yo había puesto y ni siquiera estaba seguro de que estuvieran bien. Uno -Te lo saco, así no más, si en la bajada se enciende - y lo sacó y nada. El otro - yo lo saco y en la bajada más pronunciada parte - Yo les observaba y les decía - creo que deben cargarlo más tiempo - Me dijeron - Nooooh, en la bajada, va a partir - Sacaron el auto hacia la carretera, donde circulas vehículos a alta velocidad, por su puesto el auto estaba muerto y nada pasó, lo que pasó es que detuvieron el tránsito, yo tenía el corazón en la mano, porque corrían el riesgo de ser atropellados, ya iba como una media hora y pensaba ¡qué increíble la naturaleza masculina! algunos pueden pensar que es por ¡lachos! ¡por hacerse los lindos! pero yo creo que todo corresponde a ese instinto neolítico que se ha transmitido en la genética cultural de los hombres, el sentido de "protección" de masculinidad, de fuerza, de coraza protectora ante una indefensa fémina, esa necesidad, de demostrar que son los hombres los que saben y sobre todo con el invento masculino por excelencia "el auto". Por su puesto yo seguí el juego ¡quería que mi auto partiera! y bajo las circunstancias en las que estaba "el fin justificaba los medios" debía pasar por imbécil indefensa. Tuvieron que devolver el auto al estacionamiento, y ese fue un problema mayor, porque quedaba de subida, llamaron a otros hombres, que ante la solicitud de solicitar "fuerza", no pueden negarse...en definitiva lo lograron. Finalmente le dije a mi otro jefe que lo cargara con su auto y adivinen qué...partió. Eso era todo, había que esperar un poco. Ellos con una voluntad de oro se esmeraron en ayudarme, con esa voluntad caballeresca medieval que proviene de la prehistoria masculina, donde la fuerza comenzó a imperar. Les digo algo, todavía resulta, me encanta dejar atrás e feminismo y aceptar ser socorrida y protegida. Un caballero no puede dejara una doncella sola en la angustia, sobre todo, porque ella es débil y, en una de esas... le resulta. Me encantan los hombres.

domingo, 21 de septiembre de 2008

La verdadera historia...

Uno se cansa de contar historias...cada vez que conoces a alguien, surge la historia, parece que todos tenemos algunas y las repetimos una y otra vez, aveces nos saltamos detalles, otras le agregamos detalles. Con quién estuvimos casados o emparejados, con quién tuvimos hijos, por qué terminamos, por qué nos desenamoramos o lo que es peor por qué nos dejaron. Lo que me pasa cuando me cuentan una historia es que pienso ¿Cuál es la historia que contarán de mí? Me da miedo saber la historia de alguien que me interesa, porque uno se hace aliado de esa historia de esa verdad que nos cuentan y pienso ¿sería un canalla? ¿pero, si yo veo una buena persona? Y yo ¿qué es bueno contar y qué no? Nuestras vidas enteras...me canso de contar historias, no me cansa escucharlas me interesa en verdad, sólo es que cuando pienso en la historia que se contará de mí, prefiero que me conozcan ahora, aunque dicen que uno es su propia historia y que no se puede borrar con el codo lo que se escribió con la mano. ¡Cuántos errores, cuantos desaciertos! Uno no cuenta los aciertos de otras relaciones, esos se minimizan con el tiempo, casi se esfuman...sólo quedan los hijos, lo que no es poco decir. Tom Cruise en "Coctel" dijo: - cuando algo termina es porque salió mal...sino no terminaría - ¿Quién eres? ...pienso...¿de cuántas batallas haz viajado? ¿de cuáles desaciertos? No sé cuáles son las historias que contarán de mí, ni si serán las verdaderas; no me importa si lo son...Sólo sé que ahora soy una mejor persona y que quiero encontrarme con esa parte de quien me cuente su historia.