Pasó y lo vi aparecer como una estrella fugaz,
Pasó el amor y
lo atrapé, cerré los ojos y pedí un deseo...
Relampagueando...
Así se iluminaba mi rostro días antes,
el tiempo sin tiempo
porque creé mi propio calendario
y el corazón se sobresaltaba al observar la carretera
¿Qué pretendíamos?
Tan osados que vamos por la ruta, desplazándonos
con una seguridad soberbia que sólo te da el amor
¡Bello amor y bello recorrido!
El vaso lleno, rebosando, colmado de sueños de días
¡Ya no hay más noches!
Y nuestro abrazo nos torna y retorna a la niñez
a cuando eramos buenos y más sabios en amores
cuando no estábamos mal educados por las frustraciones
cuando la única lección verdadera era ¡Abrazar profundamente!
Atrapé mi deseo, atrapé mi estrella
y la guardé en el medio de las flores lilas
que adornan mi cuello, cual collar de sentimientos
y la llevo conmigo donde cabalgue, donde nadie interrumpa
donde sólo vuelvo a mi niñez cálida y expresiva.