sábado, 29 de noviembre de 2008

Ofrecimiento

All we need is love
BEATLES

Tengo un hombro dispuesto a ser humedecido

cuando te sientas sobrepasado de tanta agua
que se ha estancado en los ojos de tu alma
por demostrar que ya estás mejor, que todo pasó

Y para cuando te canses de estar siempre bien
con cantos alegres y melodías vanas
cuando confundido tu pecho se angustie
de soledades y primaveras claras

Para cuando llegue la fecha en el calendario
cuando quieras borrar ese día del mes
mientras otros celebran y tu no festejas nada
para cuando quieras con alguien... querer

Aún me queda un hombro dispuesto
para que le arrojes lo que queda de niño
para que rescates de ese viejo libro
ese que tu eras y que está perdido
o ese que esta adentro ... y que quiere ser

lunes, 24 de noviembre de 2008

Sin razones

Antes...antes era una persona muy escéptica y sólo aceptaba algunas cosas que provenían de la fe cristiana, pero después de vivir un poco y decepcionarme de la idea de encontrar respuestas para todo, he aprendido a creer menos en la razón y más en lo sobrenatural, ese mundo al que nos negamos tanto.


Voy a declarar sólo algunas de las cosas en las que creo aunque no todos crean en ellas, y no pueda asegurar que continuaré creyendo:

Creo en los milagros, pequeños, grandes y medianos, pero sin duda son los pequeños aquellos que más me asombran, esas "no coincidencias" que yo llamo, ese regalo que recibes y que tú querías, pero nunca lo comentaste, esa canción en la radio que pensaste y que no escuchabas hace años y apareció en la sintonía; esa palabra que aprendiste y que ahora te sale en cualquier conversación o escrito.

Creo en la energía protectora de las plantas, cuya función no me limito a creer sea solamente la del aire, creo que escuchan, creo que te sienten y creo que mientras estén hermosas en casa, todavía hay algo bueno en ella.

Creo en el aroma de las rosas para purificar de males y dolencias nuestra alma y que su sola presencia o su esencia en el centro de nuestro pecho nos libera de lo oscuro.

Creo en las casas llenas de gente, esas que están siempre abiertas, creo en tener algo preparado en el refrigerador por si llegan, los que no se esperan, porque en casa de mis abuelos siempre se hacía más comida de la necesaria y entonces era permanente ver gente nueva o vieja, amigos desde Punta Arenas, amigos de sus amigos y familia.

Creo en los sueños premonitorios, que nos anuncian angustias, por eso cada vez que tengo uno se produce una cadena de llamados telefónicos interfamiliares, hasta dar con el significado.

Creo en las palabras, creo que al pronunciarlas se decretan cosas y como un mantra nos envuelven en una especie de nube adormecedora que nos permite seguir viviendo.

Creo en ese encuentro personal que transforma tu vida en unos pocos segundos, porque sientes que le conoces desde siempre y tal vez sea de "otra vida".

Creo en la conexión carnal del espíritu de una madre, de un padre y en el grito que del alma sale cuando nuestros hijos están afligidos y nos llaman...mi padre me escuchó una madrugada gritando, se levantó de su cama y no pudo seguir durmiendo, al día siguiente me dijo - ¿cómo estabas? - y yo respondí - llorando -.

Creo en lo poderoso del amor, que todo lo conquista y remece a los más duros y que abre mil puertas, que nosotros cerramos...creo que el amor inventa puertas donde no las había, que hace surgir de la nada, que ya existe, algo que no esperábamos.

Creo que todos tenemos algo de Dios adentro por muy ruines y egoístas que nos comportemos. No creo que existan los malos, los flojos, los desordenados...ni los buenos. Creo que hay acciones buenas y acciones malas.

jueves, 20 de noviembre de 2008

¿Quién llama?

Desde las mareadas olas que nos azotaron
nos
recogemos en la playa, muertas de cansancio
y nos tendemos al sol, húmedas de
dasaires
esperando que se interrumpa nuestro espacio



Nos sentamos en esa banca de viejo metal
nos concentramos en la misa que recreamos dentro
y rezamos un
mantra más allá del lejano oriente
que nos eleve a donde no puedan vernos



Y nos calmamos, de
decires, de pesares,
de temores...nos calmamos
¡Alguien abrió la caja de las cuatro llaves!
ha entrado ¿quién desde adentro vigilaba?



Nadie: ni la desconfiada, ni la herida, ni la niña,
ninguna de ellas se dio cuenta del incidente
¿O ninguna se opuso y actuaron cómplices?
Ya está hecho, la entrada fue vulnerada


¡Habrá que dejarle por nosotras viajar!
¡Habrá que acostumbrarse a su aroma!
y habrá que permitirle bordar el lazo
para que no se turbe, para que no se pierda

Habrá que tejerle un vestido de seda
para abrazarle en las noches oscuras
y un rincón lleno de viejas lecturas
para que nos relate y recree sus penas

Habrá que dibujarle un velero blanco
que zarpe de noche y navegue
por nuestra ternura indecente
por nuestros miedos constantes...




martes, 18 de noviembre de 2008

Causa mediata

Las causas mediatas de los fenómenos históricos son aquellas que se acumulan con el tiempo y que se transforman en lo verdaderamente relevante. Por otra parte están las causas inmediatas o también llamadas coyuntura, que son como la gota que rebasa el vaso

A veces hay un clic en mi día, que no sé bien lo que es. Algo pasa que interrumpe todo y como un cortocircuito, se apodera de mi una puta tristeza incapaz de contenerse, porque cuesta mucho localizarla. Hoy fue un buen día, mas de pronto algo pasó y mi cuerpo entero se detuvo y caí en un silencio aterrador, miré a la gente y no escuchaba nada...el espacio no importaba y me sentí sola. Las personas y su bullicio, las miradas indiferentes, tenía un dolor físico que se tradujo en nostalgia de soledad...compré lo necesario, caminé y me sentí invisible, disminuida. Subí al auto, conecté la radio: paro nacional de empleados públicos. Sólo quería llegar rápido...a cualquier parte, lejos de la pena.

jueves, 13 de noviembre de 2008

Con lo necesario

Una esquinita de tu voz
se coló por mis oídos
esta noche
y me reconoció
en el sonido...

No, no hace falta
más nada

Tu lúcida mirada
recorrió mis hombros
y tocó con suavidad
el perfume adulzado
que portaba...

No, no hace falta
más nada

Con tu beso, transitaste
hacia esa frágil silueta
que escondía de los otros
y revolviste
el cuento que guardaba

No, no hace falta
más nada...

Y del abismo
a la impenetrable muralla
desintegraste con ese paso
que tu abrazo
noctámbulo me ha dado

No hace falta
más nada...

¿Cómo no rendirme?
¿Cómo mantener la guardia?
La tristeza persistente
y compañera
desidió emprender la retirada

No hace falta
más nada




sábado, 8 de noviembre de 2008

Cosas que se deben declamar

Ni sé tampoco en tan terribles horas

en qué pensaba o que pasó por mí;

solo recuerdo que lloré y maldije,

y que en aquella noche envejecí.

G. A. Becker



Quiero mi tiempo perdido...

He despertado del letargo en el que me sumí hace años y ahora ¡Quiero mi tiempo! No me arrepiento de haber amado, de haberle dado un lugar demasiado significante entre lo significativo y si miro hacia atrás entro como en un sopor, en un sitio turbio, se me hace una venda el espacio y mi tiempo...ha sido, fue demasiado tiempo invertido ¡quiero mi tiempo! No me arrepiento de mis hijas que son lo único que se puede palpar, no me arrepiento de mi último parto en el que no estuve...yo quería ese momento para nosotras. Ni de las veces en que esperé sabiendo que no llegaría, porque siempre había otros motivos, el amor podía esperar . Sólo, y lo digo en serio :
¡ Q u i e r o m i t i e m p o !

Hasta acepto las traiciones bajas y los sinsabores del regreso, la puerta que había que abrir de madrugada y el desgarro al oir ¡no te quiero!
Pero ¡válgame Dios! ¡Hay cosas, hay instantes que no recuerdo! Y me entra una angustia de la memoria, de la "sinmemoria" y no son los recuerdos, son los "norrecuerdos", de mis pequeñas, de mis padres, de mis amigas...

No me arrepiento de ir a lugares que no quería ir, de estar con personas que no quería estar, de escuchar cosas e intentar amarle, cuando ya no existía, no al menos ese, al que yo amaba.

La vagabunda sombra me posee y no me deja recordar, pone un haz de vapor sobre los ojos internos y me impide comprender ¿Cuánto tiempo pasó? ¿Cuanto tiempo permanecí casi inerte?

Para todos estaba viva y yo, como en esos sueños donde despiertas y no te puedes mover, ¡gritaba y gritaba!
- ¿me escuchan? -
- ¿pueden oirme? -
- ¡estoy aquí! -

Y este cuerpo seguía haciendo cosas de vivos, y la mente iba haciendo de viva.
Ensordecí, perdí los sentidos, no sentía los gustos y puedo asegurar...no era amor.
Una vez más repito ¡QUIERO MI TIEMPO! Es lo único que lamento haber perdido.

Quiero el tiempo, para recorrerlo conciente, del oriente al occidente y detenerme y oirme desde adentro y decir: ¡aquí estoy! ¡no he muerto! ¡no me he ido!

jueves, 6 de noviembre de 2008

Doloradas


Una vez le temí a ciertas calles

a lo pesado de mis pies

caminándolas

a la sombra de sus rostros

observándome

a la espera en el cemáforo

infinita

al encuentro y la torpeza del

saludo

al palpitar rápido del temor

pálido.


Una vez le temí a ciertas calles

a mirar por la ventanilla del

auto

a cruzarme con sus miradas

o lo que es peor

a mirar sin ser mirada

al terror cabizbajo de mis

hombros

y a esa rapidez de los

fantasmas

que se atraviesan por el aire

y ponen frías las nostalgias.


Una vez le temí a ciertas calles

temí a que me negara

a que yo no fuera nadie

a desaparecer

a que lo decretara

a encontrarme con lo cierto

y reconocer

que no había nada

le temí al desconcierto

de la torpe

encrucijada

a no ser más

y desvanecerme mientras andaba

a ahogarme con el pánico

a que me vieran

a la lástima.


Una vez le temí a ciertas calles

a su tumulto

a su grandeza estirada

a su altiva ignorancia

de sentimientos

de doloradas

de esas cosas que enserio

se nos atragantan

a los maletines

a los trajes

y los que caminan

con importancia

como si hacer doler

fuese un triunfo

como si no sintieran

si no amaran.


Una vez le temí a ciertas calles

no sé si aún les temo

pero

no he vuelto a callejearlas.


martes, 4 de noviembre de 2008

Volver a empezar


Una infelicidad no es nunca maravillosa .

Es un fango helado , un todo negro,

Una escara de dolor , que nos obliga a hacer una elección:

someternos o superarlo.

La resiliencia define el resorte de aquellos que,

luego de recibir el golpe

pudieron superarlo “


Boris Cyrulnik


Resiliencia:
verbo latino resilio, resilire: saltar hacia atrás, rebotar...darse la vuelta a un estado de equilibrio,capacidad de sobreponerse...capacidad de los sujetos para sobreponerse a tragedias o períodos de dolor emocional.

Después de algunos años dando clases y de un transcurrir no excento de dolores, me pregunto ¿se puede enseñar a amar? ¿se puede enseñar a superar las adversidades? ¿es posible entregar a través de la educación herramientas para aprender a ser felices? ¿podemos educarnos para llevar las relaciones humanas? o ¿es cierta la máxima "mientras no lo viva no aprenderá"?. El problema con esa máxima, es que no tengo la seguridad de que "todos aprendan" con las experiencias.
Tantas son las cosas que enseñamos en las escuelas, cada vez son más las horas que nuestros niños pasan en sus escuelas, que la escuela hoy más que nunca se ha transformado en un referente fundamental, para el desarrollo de la personalidad y el comienzo de las historias. Seis horas de Lenguaje (Castellano) a la semana, en función de expresarnos y comunicarnos mejor, pero ¿qué comunicar? ¿cómo comunicar? . Nos enseñan, el esquema de la comunicación : emisor - mensaje - receptor. Nos enseñan a hacer ensayos y a practicar la argumentación. Seguramente concordarán conmigo en que "la comunicación" es la punta de tropiezo, que definiría la mayoría de nuestros fracasos emocionales, ya sea con los padres, los hijos o las parejas; no es que falte comunicación solamente, sino que no sabemos como comunicar algo porque nunca nos enseñaron a escuchar, así es que permanentemente escuchamos desde nuestro ego y entonces vamos cortando el mensaje que proviene desde el otro. O bien escuchamos desde los defectos o los prejuicios sobre el otro, así es que no entendemos el mensaje en forma como el otro quiere que lo entendamos.

¿Cómo comunicar los sentimientos? ¿Podremos enseñar eso?


¿Cómo levantarnos después de una caída o lo que es peor, después que nos golpearon cuando estábamos en el suelo?


¿Cómo convertirnos en esa mano que ayuda a otros a levantarse? ¿Cómo transformarnos en "mentores"?


Un "mentor", es esa persona que con un gesto, una palabra, puede transformar la vida de otra persona y ayudarle sobreponerse a la adversidad y a tener confianza en sí mismo. Si hacemos memoria, podemos identificar un mentor en nuestras vidas. Bajo esa definición, hasta una novia o un expositor en una charla podrían convertirse en un mentor. Pero sin duda, los profesores son los que tienen más posibilidades de
serlo o....no.
En el colegio estudiamos a Victor Frank y otros casos de sobrevivientes de los campos de concentración, durante el holocausto judío, pero ¿ha sido eso suficiente? ¿es suficiente?
Generalmente analizamos los fracasos para sacar conclusiones y marcar patrones, que nos permitan mejorar nuestra condición como sociedad, entonces se pone atención en "qué no hay que hacer". Pero los estudios sobre resiliencia dicen que hay que poner el ojo en los casos de personas que ante un escenario adverso, han logrado superar su condición y con ello construirse a sí mismos un porvenir.
En esta sociedad donde son más los desencuentros que los encuentros, la educación no puede seguir con máximas como "preparamos a las personas para que puedan enfrentar los cambios y que sean un aporte a la sociedad", pues si miramos el curriculum escolar, la verdad es que logramos, con suerte, el desarrollo de algunas habilidades cognitivas, pero... y las habilidades emocionales ¿cuándo nos hacemos cargo de ello?

Dejo el enlace para una entrevista a:
Boris Cyrulnik http://www.unesco.org/courier/2001_11/sp/dires.htm


sábado, 1 de noviembre de 2008

En ese instante

Desdoblarse
es meterse
en el cuerpo del otro
es mezclarse
con los latidos
y sincronizar
las pasiones.

Cómo un reloj

de palpitaciones
que se escuchan
sólo si te acercas y...
con mucha atención
te adhieres
al sentido
que dictan los cuerpos.

Cuando se logra el baile,

entonces
tú me sigues
y yo a tu ritmo
viajo suavemente
por la línea de tus huesos.

Y nos encontramos

como en un tour
de desconocidos
nos escuchamos
profundo
como en el mar
sordamente
sin palabras
sólo tus sonidos
y los míos.