jueves, 25 de marzo de 2010

Nunca fue más cerca

Más de cien kilómetros de distancia
pero cierro mis ojos y viajo
viajo al latido de tu corazón cerrado
y entro como un tornado de juventud
acariciando todo y rompiendo fronteras
¿Cuándo te hiciste país?
¿Cómo dejaste de ser pradera?
Yo voy abrazando carreteras estelares
voy penetrando con el sabor de mis hombros
y me tomas cálidamente y con violencia
atrapas lo poco que queda en vela
y multiplicas los aciertos
en un mar de desaciertos pasados
recoges mis temores como versos desangrados
capturas mi boca con tu lengua desafiante
para mirarme tierno, todo en ese instante.

Más de cien kilómetros y nunca fue más cerca...
Yo también saqué el boleto ganador
y también pensé, creí, planeé
También me detengo a veces y me pregunto
¿Por qué?
Y aunque sé las respuestas que no quiero
Y a mitad de semana me digo ¡no puedo!
Todas las veredas que no se han trazado
quiero,
quiero tocarlas con mis pies alados
quiero marcarlas para estar a tu lado
a más de cien kilómetros dijo el destino
pero en esto al menos he aprendido que,
nunca,
nunca
nunca fue más cerca





domingo, 21 de marzo de 2010

en común

Obreros y albañiles, dueñas de casa y esposas de marino
médicos cirujanos, oficinistas que van y vienen de la misma rutina a diario,
el guardia de seguridad del condominio y el periodista deportivo
la mujercita que pasea al perrito tres veces al día,
el cartero que anota cada carta que entrega para el pago a fin de mes
la ingeniera en construcción civil que atraviesa la capital a diario
el ciclista que se cree ecológico y el malabarista que gana unas monedas para el fin de semana
la pobre auxiliar de aseo que cumple el cansador turno nocturno
la especialista en yoga, fenshui y calendario maya
el odontólogo con su silla reclinable y el cantante de rock que de día da clases de teclado
la profesora que no se ha casado y cuyos hijos son los escolares
los señores poderosas de acción en acción de sus negocios y la agente de ventas del banco
la cantante de ópera que nunca obtendrá el protagónico
la separada con uno o dos hijos y todo el éxito del mundo
la bien casada y la bien engañada
y el marido bueno que lo hace a veces, como de costumbre
el chófer del ministro del trabajo y el secretario del partido
la empleada doméstica que tiene una verdadera vida el fin de semana
y la chiquilla de 38 años que aún no cambia de moda
la cincuentona de sesenta y cuatro que siente entre sus piernas temblor todavía
y el mejor amigo que escucha las penas de amor
el cojo del cine que proyecta cada día la película
el vendedor de la sección de calzado del segundo piso que aspira llegar a supervisor
y el entrenador, los futbolistas y los pilotos de avión
las secretarias que lucen sus ajustados vestidos y los traficantes que esperan libertad
y el filósofo de la universidad que tiene un espíritu elevado
el lector empedernido ya abrazador de libros caros y el que navega en internet sin sentido
el sicólogo que te dice que estarás sano cuando te acostumbres a estar solo... todos
...todos vamos creyéndonos únicos, todos creemos ser buenos tipos
todos creemos merecer otra oportunidad y la verdad es que no lo somos,
ni la tendremos, solo imaginamos que así somos y que así será,
sólo tenemos en común la búsqueda de la felicidad
para palear un poco la triste soledad
y vamos desnudos en la noche del transcurrir de los días
inventándonos un bello cuento, hasta las lágrimas se vuelven triviales
y se derraman una y otra vez, hasta que encuentren donde verterse sin complejo
...pero no importa, no importa que no sea cierto
y aunque conocemos el secreto, ese es el secreto
lo que importa es que hoy sobrevivimos
y le ganamos la batalla a otro día.

sábado, 13 de marzo de 2010

Literalmente, tu me calmas...

Yo te extraño en estos tiempos, te extraño a mi costado...
literalmente el corazón se ha trasladado a mi garganta
y es raro porque de carácter yo no temo
yo no tiemblo
pero lo siento
siento esa sensación de mareo de altamar
ese vaivén asustadizo y necesito tu abrazo que me calma
aunque mi transcurrir sin prisas te impaciente
aunque mi ritmo y falta de apuros te saque de quicio

Tú me abrazas y me hundo en tu llamado
tu me cuidas de mis sueños malos
tu me calmas
desde que me quieres tu me calmas
Yo te extraño esta noche movediza, me haces falta

Amigos y amigas he tratado poco a poco de ponerme al día comentando sus espacios, gracias por sus saludos y un abrazo fuerte para todos y todas.

viernes, 5 de marzo de 2010

Así habló el mar


Y si al cielo lo cambiaras
por toda la realidad
sé que todo sería tan diferente
ya que la fe que tu haz puesto
no se juega no se tranza
ni por un solo momento EDUARDO GATTI
El mar...
Yo no puedo explicar lo que es vivir cerca del mar...
Desde que tenía 6 años viví en el departamento de mis padres en un cerro de Valparaíso llamado Playa Ancha. Desde allí, podía solía contemplar todos los días la bahía, hasta Viña del Mar, Con-Con y la chimenea de la refinería de Ventanas. Cuando uno vive mirando al mar, no tiene horizontes, se respira profundo, ese olor salado que sube por las noches y se mezcla con las bocinas de los barcos que cargan y descargan en el puerto principal de Chile.
El mar...
Uno se acostumbra a esos ojos que tiene el mar, profundamente azúles, que te siguen cuando te desplazas por la carretera de regreso al hogar, cada día atravieso la avenida España que une Valparaíso con Viña y me asombro con el atardecer; mientras conduzco lentamente mi automóvil y siempre, pero siempre agradezco a Dios por vivir en la ciudad más hermosa del mundo.

El mar...imagino que cada sobreviviente del maremoto, tenía recuerdos maravillosos entorno al mar, vacaciones, abuelos pescadores, sol y juegos, tardes melancólicas, corazones en la arena que encerraban un "tú y yo", el escaparle a las olas que reventaban en los pantaloncillos cortos, sabores marinos, sonidos relajantes, pero ahora:

El mar...se recogió varios metros e ingresó, avanzando,
implacable, como cobrando una deuda
como exigiendo un derecho
no sé con cuál criterio de justicia
como un volcán que estaba dormido
decidió despertar a sus olas y entrar en la tierra de hombres
casas, casitas, caserones, niños en los techos, los reclamó también
madres e hijos, amantes y odios, todos se fueron a sus adentros
su sonido se convirtió en un estrepitoso estruendo
las ventanas se volvieron puertas y las puertas ventanas
las casas, bajo las aguas y los barcos, en tierra
¿Cómo entenderlo?
Si se llevó todos los buenos recuerdos
El mar...
Así habló el mar

(Perdonen amigos por no haberles visitado, hoy recién tuve ánimo para escribir esta entrada porque así lloro menos, un abrazo enorme)