viernes, 5 de marzo de 2010

Así habló el mar


Y si al cielo lo cambiaras
por toda la realidad
sé que todo sería tan diferente
ya que la fe que tu haz puesto
no se juega no se tranza
ni por un solo momento EDUARDO GATTI
El mar...
Yo no puedo explicar lo que es vivir cerca del mar...
Desde que tenía 6 años viví en el departamento de mis padres en un cerro de Valparaíso llamado Playa Ancha. Desde allí, podía solía contemplar todos los días la bahía, hasta Viña del Mar, Con-Con y la chimenea de la refinería de Ventanas. Cuando uno vive mirando al mar, no tiene horizontes, se respira profundo, ese olor salado que sube por las noches y se mezcla con las bocinas de los barcos que cargan y descargan en el puerto principal de Chile.
El mar...
Uno se acostumbra a esos ojos que tiene el mar, profundamente azúles, que te siguen cuando te desplazas por la carretera de regreso al hogar, cada día atravieso la avenida España que une Valparaíso con Viña y me asombro con el atardecer; mientras conduzco lentamente mi automóvil y siempre, pero siempre agradezco a Dios por vivir en la ciudad más hermosa del mundo.

El mar...imagino que cada sobreviviente del maremoto, tenía recuerdos maravillosos entorno al mar, vacaciones, abuelos pescadores, sol y juegos, tardes melancólicas, corazones en la arena que encerraban un "tú y yo", el escaparle a las olas que reventaban en los pantaloncillos cortos, sabores marinos, sonidos relajantes, pero ahora:

El mar...se recogió varios metros e ingresó, avanzando,
implacable, como cobrando una deuda
como exigiendo un derecho
no sé con cuál criterio de justicia
como un volcán que estaba dormido
decidió despertar a sus olas y entrar en la tierra de hombres
casas, casitas, caserones, niños en los techos, los reclamó también
madres e hijos, amantes y odios, todos se fueron a sus adentros
su sonido se convirtió en un estrepitoso estruendo
las ventanas se volvieron puertas y las puertas ventanas
las casas, bajo las aguas y los barcos, en tierra
¿Cómo entenderlo?
Si se llevó todos los buenos recuerdos
El mar...
Así habló el mar

(Perdonen amigos por no haberles visitado, hoy recién tuve ánimo para escribir esta entrada porque así lloro menos, un abrazo enorme)

17 comentarios:

Patricia Angulo dijo...

¡Cómo no comprender tu dolor!

Se me ha erizado la piel leyéndote...
Me quedé pensando en eso que decís, en eso de que además de todo lo que se llevó el mar, se llevó esos bellos recuerdos.
Ya volverán a construir lo que se llevó el mar, incluso los recuerdos.
Vendrán nuevos recuerdos.
Un abrazo grande.

Víctor Hugo dijo...

Que hermoso... pese al dolor que estamos sintiendo todos los chilenos por este gran desastre, tu poesía es un remedio natural que permite soportar la herida

Dejame que te cuente dijo...

fuerza amigo...
que puedo decirte?
con el corazon puesto en todas y cada una de las personas que sufren...
viviendo el dolor ala distancia...pero tan de cerca...¡¡¡

animo para todo tu pueblo...que al fin y al cabo...el el pueblo del mundo....
un abrazo fuerte

Cassiopeia dijo...

Lloras tú, lloran muchos. Chilenos en Chile o en cualquier recoveco del mundo lloran igual que los que solo vivimos enamorados de su geografía, de sus letras... sus poemas, música.

Nunca van a secar las lágrimas saladas como el mar devastador.

Fuerza, Chile. Estamos con ustedes.

Cassiopeia dijo...

Aunque acabo de conocerte, ya quiero saber cómo lo pasaste ayer con el último gran remezón con identidad propia (entiendo que no fue réplica).

Un abrazote solidario.

beker dijo...

El mar, hoy como un amigo que nos falla, causándonos un profundo dolor. Te mando un abrazo muy fuerte...

Kim Bertran Canut dijo...

Desde Barcelona (España) Un fuerte abrazo consternado de solidaridad y comprensión para ti y todo el País...si te ayuda, escribe, yo te leeré, amiga mía

paolav dijo...

Patito: vendrán nuevos recuerdos y mejores, nunca volveremos a ser los mismos.

Victor Hugo: muchas gracias, ojalá ayude, no sé componer una canción, pero me gustaría hacer un himno de fe.

Fire ¡eso es! el pueblo del mundo, sin fronteras, cuando a otro les pasa debemos detenernos, debemos re-mecernos y preguntarnos ¿cuál es mi misión?

Cassiopea, cada lágrima formará una lluvia de esperanza, cómo un incienso subirá al cielo...estoy bien , en Valparaíso no lo sentí fuerte, si el terremoto hubiera tenido aquí su epicentro, esto habría sido igual de desolador.

Beker:Recibo tu abrazo, sé que los abrazos y el cariño viajan, traspasan océanos y llegan, sé que llegan.

Kimbertrancanut: bienvenido a este espacio que es de todos los que me leen y que yo leo, hacemos amistad, en este mundo que ha perdido el amor y ha puesto en su corazón objetos. Gracias por tus palabras y ojalá nos sigamos leyendo.

Gracias, gracias a la vida ¡que me ha dado tanto! Amigos y amigas, no tengo palabras para decirles lo bien que me hacen

Cassiopeia dijo...

Estamos para tí, pero sigue informando en la medida que puedas. Que puedas física y emocionalmente.
Besos

fgiucich dijo...

Mi abrazo afectuoso y solidario por este momento de tanto dolor que vive el pueblo de Chile. Abrazos.

Abuela Ciber dijo...

Paolav:

Se que valemos los 365 días del año, pero hoy 8 de marzo.... tengo el placer de visitarte.....

Cariños


No nos convertimos en Mujeres con el nacimiento,
es la vida la que nos enseña a ser Mujer.
Simone de Beauvoir

esteban lob dijo...

Tras ver tu comentario en el blog de Víctor Hugo referente al terremoto, abrí tu blog y me permito felicitarte por tu sensibilidad y facilidad de expresar sentimientos nobles.

Un abrazo.

franco ferreira dijo...

nada que perdonar. Todos hemos vivido una experiencia desestibadora... ya será el momento de "normalizarnos" como se pueda y de volver a ver las cosas como alguna vez las vimos.

Grandes palabras las tuyas, gran post y gran cita de Gatti...

Se agradece tu espacio. También nos hace bien para ir pasando estas réplicas en un país tan golpeado...

Te sigo leyendo :)

 kotto dijo...

a pesar de todo este inmenso dolor ... te dejo la fuerza a traves de mil abrazos...

Ignacio Bermejo dijo...

Sólo quiero enviarte desde España un beso y un comentario de apoyo y todo el ánimo del mundo. ¡Fuerza para Chile!

irene dijo...

Vivo en Madrid, en el interior de España, pero adoro el mar, siempre hubiera querido vivir cerca de él, las desgracias no se pueden evitar, casi nunca, pero ocurren en todas partes, esta vez fue el mar, pero no por eso hay que dejar de amarlo y dejar de gozar de su visión.
Hay que seguir adelante y procurar que el dolor no rompa las ilusiones y las esperanzas en un futuro feliz.
Un beso, Paolav.

Chuta dijo...

Paolav

Es maravilloso lo que escribiste sobre EL MAR.
EL MAR es implacable.
Ha sido tan terrible, he pensado en ti mucho y pido a Dios les de fuerza a todos los Chilenos.