viernes, 12 de diciembre de 2008

Pena...

Verdaderamente como dijo Enrique Lihn "nada tiene que ver el dolor con el dolor"
Estaba sin palabras, escuchaba su voz diciendo verdades y pensaba "no tengo las palabras". Miraba los rostros de sus justiciadores y sus rostros no sabían qué decir.
Mi amigo estaba allí, escuchando como se le informaba que era despedido, derramaba sus lágrimas de pena, no de rabia, de pena, pena de alguien que había intentado ser un aporte y que había amado a sus alumnos y a quienes éramos sus amigos.
A mi mente venían los recuerdos, recuerdos de cuando nos conocimos y no podía encontrar el momento porque me parecía que lo conocía de otras vidas. Recordé cuando me enseñó a "observar", uno de los verbos más olvidados hoy por hoy. Recordé cuando me enseñó a hacerme responsable por lo que provocaba en los otros, a no pensar que si una clase no funcionaba era porque algo pasaba con ellos, sino que tampoco funcionaba algo conmigo. Recordé como me enseñó a vincularme con "el otro", a entender que los alumnos eran personas de menor edad, pero personas igual que uno. Me enseñó que yo era una persona y no una "profesora" porque parece que a veces los títulos o los cargos no nos dejan que aflore lo verdadero. Me enseñó esa frase gestálquica de "figura y fondo", y desde entonces en mis clases mis niños dejaron de ser un "fondo escuchante" y comenzaron a transformarse en "figuras participantes y vivientes". Me enseñó que uno debe estar "presente" de cuerpo y espíritu en un lugar para que realmente se produzca un aprendizaje significativo. Me enseñó a "estar", donde quisiera estar y, como dice la descripción de mi blog a "amar lo que quisiera amar". Recordé que el encontrarse con él era reír, reír de la esquizofrenia de esta vida, de reconocerla para no caer en ella, era leer un buen libro, era escribir una frase en una muralla para ver si alguien la capturaba. Me enseñó a intervenir los espacios, llenos de vacío.
Hoy lloré cuando no debía llorar, mientras él hablaba y decía verdades dolorosas, lloré por lo que perdemos todos los que le queremos y nos nutríamos de su espíritu...lloré y se suponía que yo debía ser la fuerte, lloré por todos los que no se dieron el tiempo de conocerle, porque nos faltó más tiempo, porque no son muchas las personas que se atreven a cambiar y a decir una verdad, lloré porque ganó el miedo, ese miedo que paraliza y que doloriza, lloré porque era mi amigo el que a mi lado derramaba unas lágrimas en esta situación esquizofrénica en la que te reconocen lo bien que lo haz hecho, pero finalmente te echan.
Finalmente y frente a ellos, le dije "Amigo, del 20% que te aprovecharon, hubo otros que tomamos el 80% y lo hicimos parte nuestra".

Las estructuras son temerosas, y es ese miedo el que no nos permite avanzar y evolucionar, pero sin duda la revolución de los sentidos, la de la intuición, la de la valoración por el otro, la de observar y escuchar, la de tolerar, es decir, interesarme por el punto de vista del otro y no simplemente dejarle hablar...esa revolución es inminente y va creciendo.


Creo que uno no debe pasar por esta vida, creo que "hay que dejar blancos", hay que trascender.

Dejo este video "la edad del cielo" de Jorge Drexler, que me trae mucha paz

10 comentarios:

Patricia Angulo dijo...

Cómo duelen las injusticias!

Esta pena que hoy te embarga es imposible no sentirla, pero él ha dejado tanto dentro tuyo que eso poco a poco irá aliviando tu amargura y una persona así de valiosa como es tu amigo, no tardará en encontrar un sitio donde sea reconocido como realmente merece serlo.

Un abrazo para los dos, me ha emocionado mucho tu post.

Anónimo dijo...

lamento esto me cargan las injusticias y ver sufrir a otros,
es bueno saber que deja en ti una huella imborrable y que estaras siendo su apoyo ,no niego que derrame unas lagrimitas seré hombre ,pero sé lo que se siente ...
admirando tu profundo texto y dandole un ánimo a tu amigo ,

floridor T.A

mia dijo...

Tienes toda la sensibilidad chilena!
Eres de Valparaíso donde estuve en un congreso,hace ya algún tiempo!

Viña del Mar,Mapocho,Temuco,copihues,cuecas,

oh maravillosas puertas de la memoria!

Tu entrada es poderosa por lo real

y auténtica!

Besos,gracias

mialuaf@gmail.com

paolav dijo...

Pato, mil gracias por tu abrazo, lo necesito

Floridor, cada lágrima valió la pena, gracias

Mia, la memoria ¡qué seríamos sin la memoria! Besos

 kotto dijo...

leo tus letras y notan la tristeza en cada letra... que pena...que lamentable...

un abrazo y mucho ánimo

misticaluz dijo...

Mucha verdad hay en tu escrito...

Amiga como siempre es un placer leerte y marcharme con esa sensación de bienestar..

Te dejo un abrazoo grande y recuerda que tambien te sigo, y que mi blog no se actualiza en blogger!

Besos

 kotto dijo...

como estamos hoy mi chikilla?

paolav dijo...

Beatriz, no sabía lo de tu blog, gracias por visitarme y por tus hermosas palabras, continuaré leyéndote.

Kotto, hoy estoy mejor. Hasta este episodio estaba terminando muy bien el año, incluso me ascendieron, pero debo admitir que voy al trabajo y mi espíritu se queda en otro lugar, sólo quiero que pasen luego los días laborales. Gracias por tu cariño.

Moncho® dijo...

Hola linda. como haz estado????

bueno las injusticias apestan, duelen, pero ahi estan, esperandonos cada cierto tiempo...

que bueno saber que estas mejor...

un abrazo

Monchito

Outsider friar dijo...

Y sin embargo, tal vez detrás de una puerta que se cierra hay mil puertas que se abren. Cuando algo vale de veras y sobre todo cuando alguien vale de veras, acaba por ser valorado (probablemente ellos se lo pierdan).
Cuando alguien tiene energía y clarividencia, no es difícil que detrás de la pena, por honda y oscura que esta sea, asome la luz de la esperanza.