viernes, 23 de julio de 2010

¡NO, NUNCA MÁS, NUNCA MÁS!

...Y es por eso que no voy a olvidar
por los que han sufrido, por los que están
por los que se han ido a ningún lugar...

El punto que me invita a escribir hoy es que está en el aire la idea que puedan ser indultados algunos criminales que participaron en delitos de lesa humanidad, es decir, violaciones a los derechos humanos, con motivo del Bicentenario de nuestra Independencia.
Una vez más con dolor se vuelve a una historia que nunca ha cerrado su ciclo, los juicios han sido largos y aún no se ha hecho justicia en la mayoría de los casos. A mi me duele, me asombra la inclemencia humana y la capacidad de hacer daño, me asombra que las personas crean que las instituciones, los estados, los trabajos, son más importantes que las personas. La sangrienta y terrorífica historia que se vivió en Chile entre los años 1973 y 1990 se remece otra vez en mi corazón...entonces pienso en las víctimas directas e indirectas, en los que sufrieron en carne propia las torturas y la muerte...pienso en las familias, las madres, esposas, parejas, hijos, nietos, hermanos, padres, amigos, etc.
¿Cómo se sentirán ellos con la posibilidad de ver indultados a quienes participaron en tales crímenes?
Yo soy cristiana y creo en el perdón, pero eso no tiene nada que ver con "cumplir una pena impuesta por la justicia" y principalmente, para recibir indulto la mínima condición es mostrar un mínimo de arrepentimiento.
Hay algunos que insisten en hablar de esos delitos, como de los delitos comunes, comparándolos con el narcotráfico o un robo simple.
No es que yo no crea en la misericordia, es que por alguna razón la Convención de los Derechos Humanos dice que estos delitos son "imprescriptibles" por lo tanto deben ser perseguidos indefinidamente, nunca prescriben. La condena a las violaciones de los Derechos Humanos son un rotundo NO, un NUNCA MÁS, NUNCA MÁS, NUNCA MÁS.
Cuanto dolor deben sentir las víctimas que sobrevivieron a sus deudos, los que aún no saben lo que pasó con ellos y quienes aún están vivos con el fantasma de sus agresores aún sin condena en las calles, temiendo encontrárselos en un supermercado o una estación del Metro.

Alejandro Lerner, me conmueve con su tema INDULTO, esa sensación de desamparo frente a una justicia ciega



3 comentarios:

Patricia Angulo dijo...

Total acuerdo con vos, el cumplimiento de esta condena no tiene nada que ver con la misericordia.
Hay una ley y debe ser cumplida, no debería haber ese tufillo a indulto en el aire, sería un doble error.

Besos y ojalá que no.

beker dijo...

Me uno a tu sentimiento; es deplorable que se atente contra la dignidad de las personas que tanto sufrieron dejando en libertad a quienes tanto daño causaron... otro atentado más a la razón, a la justicia. Un saludo

Dejame que te cuente dijo...

conmovedor tu tez...y conmovedora al cancion...
un abrazo paolav , siempre un gusto perderse por tu espacio