Desde las mareadas olas que nos azotaron
nos recogemos en la playa, muertas de cansancio
y nos tendemos al sol, húmedas de dasaires
esperando que se interrumpa nuestro espacio
Nos sentamos en esa banca de viejo metal
nos concentramos en la misa que recreamos dentro
y rezamos un mantra más allá del lejano oriente
que nos eleve a donde no puedan vernos
Y nos calmamos, de decires, de pesares,
de temores...nos calmamos
¡Alguien abrió la caja de las cuatro llaves!
ha entrado ¿quién desde adentro vigilaba?
Nadie: ni la desconfiada, ni la herida, ni la niña,
ninguna de ellas se dio cuenta del incidente
¿O ninguna se opuso y actuaron cómplices?
Ya está hecho, la entrada fue vulnerada
¡Habrá que dejarle por nosotras viajar!
¡Habrá que acostumbrarse a su aroma!
y habrá que permitirle bordar el lazo
para que no se turbe, para que no se pierda
Habrá que tejerle un vestido de seda
para abrazarle en las noches oscuras
y un rincón lleno de viejas lecturas
para que nos relate y recree sus penas
Habrá que dibujarle un velero blanco
que zarpe de noche y navegue
por nuestra ternura indecente
por nuestros miedos constantes...
nos recogemos en la playa, muertas de cansancio
y nos tendemos al sol, húmedas de dasaires
esperando que se interrumpa nuestro espacio
Nos sentamos en esa banca de viejo metal
nos concentramos en la misa que recreamos dentro
y rezamos un mantra más allá del lejano oriente
que nos eleve a donde no puedan vernos
Y nos calmamos, de decires, de pesares,
de temores...nos calmamos
¡Alguien abrió la caja de las cuatro llaves!
ha entrado ¿quién desde adentro vigilaba?
Nadie: ni la desconfiada, ni la herida, ni la niña,
ninguna de ellas se dio cuenta del incidente
¿O ninguna se opuso y actuaron cómplices?
Ya está hecho, la entrada fue vulnerada
¡Habrá que dejarle por nosotras viajar!
¡Habrá que acostumbrarse a su aroma!
y habrá que permitirle bordar el lazo
para que no se turbe, para que no se pierda
Habrá que tejerle un vestido de seda
para abrazarle en las noches oscuras
y un rincón lleno de viejas lecturas
para que nos relate y recree sus penas
Habrá que dibujarle un velero blanco
que zarpe de noche y navegue
por nuestra ternura indecente
por nuestros miedos constantes...
3 comentarios:
así es la melancolía... hay que dejarla que entre y llene sus espacios merecidos
un beso
;)
VH
Qué bien escribes,
niña de la tierra de
los copihues....
Besos
VH: y hay que dejar que entre el amor, que puede hacernos tanto bien.
un beso.
Mia:
Gracias por visitarme, nos estamos leyendo, besos
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