jueves, 29 de julio de 2010

Correr...corriendo


Aguas tranquilas y rebeldes
Río profundo llevame
Que como el cauce a la corriente
Solo puedo dejarla correr
ANTONIO VEGA (Para bien y para mal)


Dulce pero cruel, llenó mi mundo de papel...A veces me pasa que estoy en una situación angustiante y mientras me hablan hago como que escucho y no es que no escuche, sino que me "vuelo" sin quererlo o tal vez queriéndolo, entonces lo único que quiero es salir corriendo, sí, salir corriendo, pero, como explicarme mejor, correr kilómetros y olvidar todas mis responsabilidades, todos is quehaceres y sobre todo correr para calmar la angustia en mi pecho ¿Por qué? No lo sé, tal vez sea por temor, por hacerlo en vez de taparme los oídos, porque no quiero que e vean llorar o temor a dejar una embarrada, aún más hablando. Lo curioso es que no sé si hay otras veces en las que he corrido sin darme cuenta y cuando ya estoy inmersa en la carrera comienzo a angustiarme, osea es una situación inversa ¿Se entiende?
Ahora medito, que me cuesta eso "correr", pero hay cosas que deben hacerse...en el viento pude oír que igual que vine iba de marcharme
Como dice Antonio Vega, vamos corriendo y detrás nuestros monstruos de papel



viernes, 23 de julio de 2010

¡NO, NUNCA MÁS, NUNCA MÁS!

...Y es por eso que no voy a olvidar
por los que han sufrido, por los que están
por los que se han ido a ningún lugar...

El punto que me invita a escribir hoy es que está en el aire la idea que puedan ser indultados algunos criminales que participaron en delitos de lesa humanidad, es decir, violaciones a los derechos humanos, con motivo del Bicentenario de nuestra Independencia.
Una vez más con dolor se vuelve a una historia que nunca ha cerrado su ciclo, los juicios han sido largos y aún no se ha hecho justicia en la mayoría de los casos. A mi me duele, me asombra la inclemencia humana y la capacidad de hacer daño, me asombra que las personas crean que las instituciones, los estados, los trabajos, son más importantes que las personas. La sangrienta y terrorífica historia que se vivió en Chile entre los años 1973 y 1990 se remece otra vez en mi corazón...entonces pienso en las víctimas directas e indirectas, en los que sufrieron en carne propia las torturas y la muerte...pienso en las familias, las madres, esposas, parejas, hijos, nietos, hermanos, padres, amigos, etc.
¿Cómo se sentirán ellos con la posibilidad de ver indultados a quienes participaron en tales crímenes?
Yo soy cristiana y creo en el perdón, pero eso no tiene nada que ver con "cumplir una pena impuesta por la justicia" y principalmente, para recibir indulto la mínima condición es mostrar un mínimo de arrepentimiento.
Hay algunos que insisten en hablar de esos delitos, como de los delitos comunes, comparándolos con el narcotráfico o un robo simple.
No es que yo no crea en la misericordia, es que por alguna razón la Convención de los Derechos Humanos dice que estos delitos son "imprescriptibles" por lo tanto deben ser perseguidos indefinidamente, nunca prescriben. La condena a las violaciones de los Derechos Humanos son un rotundo NO, un NUNCA MÁS, NUNCA MÁS, NUNCA MÁS.
Cuanto dolor deben sentir las víctimas que sobrevivieron a sus deudos, los que aún no saben lo que pasó con ellos y quienes aún están vivos con el fantasma de sus agresores aún sin condena en las calles, temiendo encontrárselos en un supermercado o una estación del Metro.

Alejandro Lerner, me conmueve con su tema INDULTO, esa sensación de desamparo frente a una justicia ciega



martes, 20 de julio de 2010

dia de invierno

Un montón de frío...
Sueño que estoy sonriendo, sueño que todo esta bien
que los pasajes se cierran y no vuelven a repetirse los escalones por donde suelo caer
que recibo tu abrazo sereno, no importa cantas nostalgias se vengan
que se agota definitivamente la fábrica de lágrimas
y las flores, las flores alegran el centro de nuestra mesa

miércoles, 14 de julio de 2010

Mientras conducía, viniste a mi mente como un calorcito agradable
un gesto tuyo me hizo reir, y me alegró que "tú" me hicieras reir.
Tantas cosas por las que llorar y yo aquí me estoy riendo...
riendo de los fracasos, riendo de los temores, riendo de las injusticias
riendo de los fantasmas y de los malos cuentos engañadores con los que me crecí...
riendo de los viajes caros y de las facturas que me asaltan antes de llegar a fin de mes
riendo de la enfermedad que se lleva a mi amiga y del frío que no nos deja relajarnos...
riendo del fatal olvido que nos opaca la sonrisa, porque a veces la falta de memoria
nos lleva a equivocarnos hasta que recordamos el más profundo dolor.
¡La risa abunda en la boca de los tontos! - decía mi abuela - pero yo no lo creo
o tal vez si, tal vez sea mejor estar loco y pasar por tonta,
tal como el tango "yo sé que estoy piantao, piantao, piantao..."
Viniste a mi memoria y me agradó lo que sentí,
sentí que a aunque las lágrimas acudan hasta mi,
esa capacidad natural de hacerme reir que sólo tu tienes
es tan mágica como la que tengo yo, para guardar los bellos recuerdos.