Ya no te espero

Ya no te espero.
Ya eché abajo ayer mis puertas.
Las ventanas bien despiertas
al viento y al aguacero,
a la selva, al sol, al fuego.
Llegarás a casa abierta

SILVIO

Ay el tiempo...el tiempo...marca los minutos el reloj de nuestra vida, los días que fueron vacaciones se apuran demasiado y los días para verle transcurren lento...los recuerdos buenos se agolpan en un abrir y cerrar de ojos...los malos recuerdos hacen que los sesenta minutos sean ciento veinte...los hijos son el reloj mayor y de verles tan grandes y maravillosos, parece que todo fue ayer...el puntero negro que marca las horas me dice que no debo dormir tanto, que debo partir corriendo a verle...hubo un reloj que decía "por siempre tuya" y ya no lo soy...otro que hablaba de fechas en el calendario, de cuándo, cómo y dónde, de repente ¡la cuerda se cortó!...hay un reloj que es intenso, que atrapa y te deja dentro de su esfera, que te sumerge, pero no es que se detenga el tiempo, es que transcurre sólo el amor que se desata y es un tiempo invertido, sin papeles, sin promesas, sin pedidos, en donde se siente al máximo todo...y tú estás aquí, en mi tiempo ¡cómo ha pasado el tiempo! Llegaste o yo llegué a ti, no le sé bien y sin cuerda, el minutero ha avanzado y nos ha aferrado...es mejor así...ya no te esperaba...y aún estás.

Gracias mis amigos y amigas blogueras ¿Cuánto más esperarán? Les deseo que cada día se arrojen a la vida y amen si tiempo...